El Papa Francisco fue enterrado este sábado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, tras un multitudinario adiós al pontífice venido del “fin del mundo” que puso a los desfavorecidos en el corazón de la Iglesia católica.
Su entierro, el primero de un papa fuera de los muros del Vaticano desde León XIII en 1903, pondrá fin a 12 años de un pontificado marcado por la defensa de los migrantes, el medio ambiente y la justicia social.
La inhumación tuvo lugar a las 13:00 horas, hora local, durante una ceremonia íntima presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, en presencia de familiares del primer papa latinoamericano, precisó el Vaticano.
Su tumba es fiel a la imagen de sencillez que se labró: de mármol procedente de la zona del norte de Italia de donde era originaria su familia y con “Franciscus” como única inscripción. El público podrá visitarla a partir del domingo.
Para su último viaje, su féretro recorrió las calles de la Ciudad Eterna a bordo del papamóvil, pasando frente a lugares emblemáticos como el Coliseo y los Foros Imperiales, en un soleado día de primavera.
“Soy católico, pero no practicante, y por primera vez me sentí representado por el papa Francisco, más allá de ser argentino, por todo lo que hizo”, aseguró a la AFP Diego Borigen, un informático argentino de 33 años de vacaciones en Roma.
Al menos 400 mil personas siguieron la jornada de despedida a Francisco en la calles de la capital italiana y en la plaza de San Pedro del Vaticano y sus alrededores, donde tuvo lugar la misa funeral.