En los últimos días, se han presentado por lo menos dos incendios en zonas industriales que nos dejan varias lecciones, una de ellas es que nuestra ciudad tiene corporaciones preparadas para atender emergencias y que saben trabajar en equipo; pero por otro lado, también nos hace pensar en que todas y todos debemos involucrarnos en cuidar esta metrópoli que es nuestra casa.
El crecimiento de una ciudad tan grande e importante como Guadalajara, ha hecho que existan un suelo mixto en algunos puntos donde no solo el comercio y el uso habitacional tienen que convivir, sino que también algunas fábricas y zonas industriales quedaron dentro, por ello la prevención de riesgos es aún más apremiante, por el hecho mismo de que nadie quiere perder ni a sus trabajadores, ni a su patrimonio, pero también por la posibilidad de afectar a terceros.
La coordinación de Gestión Integral de Riesgos, Protección Civil y Bomberos de Guadalajara tiene constantes capacitaciones a su personal para irse adaptando a las necesidades que el crecimiento de la ciudad va demandando. La comandanta Jeeny de la Torre, con casi 25 años de servicio y las botas bien puestas para encabezar el combate al fuego o atender cualquier emergencia, ha demostrado el compromiso de ella y su equipo para cuidar de todas y todos.
Pero lo ideal, no solo es tener bomberas y bomberos preparados y equipos, sino no necesitarlos. Todas y todos debemos cuidar bien la casa, la mejor forma para evitar desastres es prevenirlos.
Si cada uno de nosotros, como ciudadanos, verificáramos que los tanques de gas que tenemos no estén en malas condiciones, que no dejemos veladoras encendidas, que cualquier señal de desgaste de la instalación eléctrica se atienda de manera oportuna, estamos cuidando con ello a nuestra familia y nuestro patrimonio.
Con mayor razón, en cualquier empresa, hotel, comercio, fábrica, cada uno tiene riesgos diferentes, desde el manejo de sustancias tóxicas, combustibles, etc. No todo el fuego se apaga con agua, y el primer paso para atender una emergencia es saber qué se está quemando para responder con las herramientas y la técnica adecuada.
En este sentido, de que todas y todos compartamos esa responsabilidad de cuidar nuestra ciudad, nuestra primera presidenta, Verónica Delgadillo, convocó a industriales y empresarios asentados en Guadalajara y cuyas instalaciones, además de ser grandes e importantes, son también orgullo de las y los tapatíos porque han contribuido por años al desarrollo económico del municipio, la generación de empleos y a poner en alto el nombre de lo hecho en Jalisco.
Esta reunión fue muy productiva porque no solo obtuvimos una participación muy nutrida, sino también una respuesta muy positiva porque nadie quiere perder lo que ha construido, pero además, porque existe el compromiso de ser corresponsables y de que a todos nos conviene identificar y prevenir riesgos.
Es muy reconfortante saber que en el sector productivo existe, además de voluntad, la conciencia y la humildad para reconocer que si entre todos sumamos y aportamos en vigilar y cumplir con las normas, venceremos el fuego antes de que inicie porque cuidar de las y los trabajadores, cuidar el patrimonio, cuidar el suelo y el aire, es cuidar de Guadalajara y de su gente.